¿Cómo cobran todos?
Antes de entrar en detalles sobre cómo cobramos, es importante dar contexto sobre cómo operan la mayoría de las empresas (o al menos las que encontramos) que ofrecen acceso a alternativas de inversión. El modelo es súper simple: te cobran una comisión porcentual anual fija por administrar tus fondos. Esta comisión puede variar entre empresas e incluir costos extra, pero lo importante es que el cobro por su servicio no depende del éxito del vehículo de inversión.
Este modelo es muy conveniente para las empresas. Primero, les permite proyectar ingresos de forma estable. Segundo, las variaciones del mercado no las afectan económicamente, ya que su ganancia no tiene ninguna relación con el desempeño de la inversión, sino solo con el hecho de administrarla. A fin de cuentas, la responsabilidad de la elección y el riesgo de cómo le vaya a la inversión es completamente del inversionista.
¡No nos gusta!
Entendemos que hay factores del mercado que no se pueden controlar, pero imaginemos que esto no fuera una inversión, sino un par de zapatillas que vende una multitienda. El equivalente sería que las zapatillas podrían venir falladas o ser de mala calidad, romperse rápido y no tener garantía. Suena raro, ¿no? Bueno, esto pasa en el mundo de las inversiones: no hay relación entre los cobros de las empresas y el desempeño de las inversiones. (Y en las AFP tampoco… y eso sí que está raro 👀).
Los incentivos correctos generan las decisiones correctas. Pero para que existan esos incentivos, hay que meterse la mano al bolsillo. Como dicen los gringos: “Put your money where your mouth is.”
Lo hacemos diferente
Para nosotros, este modelo no tiene sentido, así que decidimos hacerlo diferente. Nos interesa entregar los mejores y más rentables proyectos inmobiliarios del mercado, y no queremos convencerte con promesas. Lo hicimos simple:
Si inviertes y ganas menos de lo estimado, nosotros ganamos muy poco o nada. Pero si terminamos ganando más, ahí empezamos a ganar nosotros también. Así alineamos nuestros intereses con los inversionistas.
Ahora, qué tan rentable sea Lares como empresa depende de qué tan rentables sean los proyectos. Si a ti te va mal, a nosotros nos va peor. Pero si nos va bien, nos va bien a todos.
No inventamos este modelo, lo adaptamos de las empresas de eficiencia energética. Una vez, cuando trabajaba en un banco, fui a una reunión con una de estas empresas. Buscaban eficiencia energética para las sucursales, y la reunión partió así:
“Sé que gastas X en electricidad. Conmigo, vas a gastar Y. No me pagues nada. Yo invierto para que gastes menos, y voy a ganar la diferencia (X – Y) por cinco años. Después, si quieres, te quedas con toda mi inversión.”
Así no más. Muchas empresas cobran en relación a qué tan bien hacen la pega, y eso nos pareció bacán y justo.
Ahora, los números
En la práctica, tenemos dos tipos de comisiones.
Una comisión inicial, que varía entre 2% y 6% del monto recaudado. Esta se define en la evaluación de cada proyecto, ya que depende del plazo, el monto y cuán rentable se proyecta. No es lo mismo el 2% de un proyecto de 100 millones que el 6% de uno de 800 millones, por eso no es fija.
Luego está el fee de éxito, que varía según el tipo y estructura del proyecto. Hay proyectos de flipping, subdivisión de terrenos, construcción, viviendas sociales, préstamos, entre otros. Cada uno tiene condiciones distintas: mercado, rentabilidad, plazos, riesgos, etc.
El fee de éxito lo definimos caso a caso, pero en la mayoría de los proyectos funciona así:
- Si no se alcanza la rentabilidad conservadora, el fee de éxito es 0.
- Si está entre la rentabilidad conservadora y la optimista, el fee es bajo.
- Si supera la rentabilidad optimista, ahí se pone interesante para nosotros.
Todo esto está definido desde el inicio, y lo puedes ver en tu contrato de compraventa de acciones antes de invertir.
Es importante destacar que todas las rentabilidades que te mostramos ya tienen descontados los fees, impuestos, gastos operacionales y cualquier otro costo asociado al proyecto. Ojo con esto, porque no todas las empresas descuentan todos los costos en la rentabilidad que presentan.
Lares: cuando ganamos, ganamos todos
Elegimos este modelo porque creemos en la inversión inmobiliaria bien hecha, donde el foco está en generar proyectos con rentabilidades reales y transparentes. No nos pagan por administrar, sino por hacer bien nuestro trabajo.
Nosotros invertimos tiempo, esfuerzo y estrategia en cada proyecto. Si las cosas no salen como esperamos, nuestro ingreso también se ve afectado. Pero cuando las oportunidades se ejecutan bien, el beneficio es para todos.
Si estás buscando inversiones donde el éxito de la empresa dependa directamente del éxito del inversionista, esta es tu señal. 🚀